Una vez que la novela, La condesa viuda de los Falallones, comenzó su andadura en solitario, bueno en solitario no, acompañada de todos vosotros que la habéis leído, la estáis leyendo, e incluso pensáis leerla, y que de alguna manera ha adquirido su mayoría de edad, y ya se defiende, en este complicado mundo de las letras y las publicaciones. Decía después de este amplio preámbulo, que la cuarta novela está en marcha. ¿Su título? Aún provisional Tranvía 71, la muerte acecha. También provisional, o casi definitiva su portada.
¿Os gusta? Si alguien tiene una idea mejor, se admiten sugerencias.
¿La trama? Es demasiado pronto para desvelarla, toda vez que no está acabada y ni tan siquiera tiene un final. Si puedo comentaros que vuelvo a dar un giro radical a la temática hasta ahora tratada. Nada tiene que ver con Tal vez... mañana, La condesa viuda de los Falallones, y mucho menos con Pimienta en la sangre. Es una obra fundamentalmente existencialista, narrada en primera persona y salpicada con bastantes gotas de humor.
Espero que pueda estar terminada después del verano, aunque no me pongo fechas, la creatividad es algo complejo, al menos para mí, y tan pronto vuela como se ralentiza de una forma exasperante.
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