PERO NO QUIERO QUE LE PASE NADA

Este podría ser el titular de un artículo que se podría publicar en cualquier periódico nacional.

Su enunciado puede hacer referencia a multitud de cosas o hechos. Desde hace algunos años vengo publicando en este blog y en la presa que lo tiene a bien, y en el Día Internacional de la Mujer, un homenaje, no a la mujer trabajadora, sino a la MUJER, así con mayúsculas, a la madre, a la esposa, a la hija, a la hermana, a la amiga y a esa mujer que pasa por nuestro lado cualquier día.

Rindo esa ofrenda porque sin ella no existiríamos ninguno. Ya sé que hoy no es el Día, lo fue no hace mucho, pero hoy, leyendo la prensa me he encontrado con un artículo en el diario El Mundo y firmado por Marta Sánchez Esparza, y viene a colación por que en Málaga, una pareja discute sin darse cuenta que están siendo grabados por una cámara de la Policía Local. Como suele ocurrir, de las palabras se pasa a las manos y el agresor, con tan solo 20 añitos la emprende a bofetadas y puñetazos con la novia.

Sin ir más lejos y como anécdota, decir, que anoche en el programa de Juan Pablo Colmenarejo, un contertulio, y hablando de otro tema decía que había que crear un registro de tontos, para que se fuesen apuntando y a lo mejor, incluso, les sirviese de eximente sus "hazañas".

Por desgracia esto no sería noticia en este País, nos estamos acostumbrando a que estos hechos ocurran a diario. La noticia salta porque hay que ser tonto de solemnidad para agredir a tu pareja junto a una comisaría. Las cámaras lo captaron y rápidamente dos policías acudieron en auxilio de la chica. Se hicieron cargo de ella y le ofrecieron llevarla a un centro médico para que evaluasen las lesiones. Hasta aquí todo normal.

Lo que no es normal es que esta chica le diga a la policía: "no quiero que le ocurra nada", refiriéndose al agresor. Recién agredida y le dice esto a la policía. Está claro, aunque no lo dice el artículo, que no presentaría denuncia. El "jovenzuelo" si fue detenido y puesto a disposición judicial. Ignoro como terminó el asunto, pero desde luego por este camino no llegamos a ninguna parte. 

Es una lacra a erradicar de este País, pero cada día que pasa lo veo más complejo. Si de novios ya se consienten estas actitudes, imaginen lo que ocurrirá una vez casados.

Y para terminar el dato frío. A fecha de febrero de 2016 llevamos nada más y nada menos que 11 muertes por este asunto, las  mismas que el año anterior, es decir, no hemos hecho nada, aunque el político que no ha hecho sus deberes nos diría, "pero tampoco hemos empeorado"