> Miguel Garví, escritor: diciembre 2016

jueves, 22 de diciembre de 2016

HOY ENTREVISTA CON, EVA MARÍA MEDINA

Eva María Medina, la autora


Escritora madrileña nacida en 1971. Licenciada en Filología inglesa por la Universidad Complutense de Madrid. En 2013 publica un libro de relatos titulado Sombras.
Su primera novela, y quizás por la que es más conocida, es Relojes muertos. En la presentación no pudo estar mejor acompañada; Lorenzo Silva, como maestro de ceremonias, y el gran Juan Manuel de Prada.
En la actualidad está escribiendo la que será su segunda novela.
Nos ha hecho un hueco en su agenda para estar un ratito con nosotros y con todos sus lectores y seguidores.


¿Dónde vas a buscar tus historias, donde te inspiras?
No recuerdo dónde leí que los temas, las historias eligen al autor, y no al contrario. Mis relatos suelen partir de una idea, que suele ser pequeña y va creciendo a medida que la voy trabajando. En Relojes muertos, Gonzalo, el personaje principal, nace de una mezcla de ficción, personas que conozco, y rasgos de personalidad de enfermos mentales.
Para crear personajes verosímiles, tuve que documentarme sobre las enfermedades mentales, en especial la esquizofrenia. Me fueron de gran ayuda ensayos como Sobre la locura de Fernando Colina o Genio artístico y locura. Strindberg y Van Gogh de Karl Jaspers, donde su autor desarrolla un estudio comparativo de las trayectorias vitales y artísticas de Strindberg, Swedenborg, Hölderlin y Van Gogh, incluyendo una indagación estricta sobre las relaciones entre locura y creatividad artística. Sin embargo, fueron los libros de ficción que abordaban este tema los que más me influyeron. Grandes novelas como El atestado de J.M.G. Le Clézio, Mi alma en China de Anna Kavan, Huida a las tinieblas de Arthur Schnitzler, Sophia de Colin Thubron, Delirio de David Grossman, Inferno de August Strindberg, Alguien voló sobre el nido del cuco de Ken Kesey, Delirio de Laura Restrepo, y Tierra de David Vann.
Estas y otras lecturas me acercaron al problema subrayándome aspectos de su psique comunes en estos enfermos: sus alucinaciones (sobre todo auditivas), el desdoblamiento que pueden llegar a sufrir, su relación directa con un ser superior, que suele ser Dios, llegando incluso a sentir a ese ser superior dentro de ellos («Una especie de religión se ha creado en mi interior», nos cuenta el narrador protagonista de Inferno de Strindberg). Alteraciones en la percepción: objetos que se trasforman y les hablan, «una farola canta» en Inferno; «el blanco, al moverse, se animaliza. El negro se negrifica» percibe Adam, el personaje principal de El atestado de Le Clézio, el cual también escucha «el murmullo de una caída vecina de motas de polvo, en alguna parte debajo de un mueble.» Se creen víctimas viviendo un destino prefijado; carteles, señales, anuncios o sueños predicen su destino. Reciben malos o buenos augurios. A veces se sienten dirigidos por otra persona. El loco, al igual que el alcohólico, tiene momentos de una afinada cordura, pero también sufre embotamiento. Manía persecutoria, vértigo, mareos, angustia, insomnio, obsesiones, miedos, premoniciones, ansiedad, ira, tendencia a discutir, violencia y desinhibición (se impone el inconsciente, rompiéndose el encorsetamiento civilizatorio) suelen formar parte de su vida. El psiquiatra y ensayista Fernando Colina en su libro Sobre la locura nos explica:
«En su polo esquizofrénico, en cambio, es el temor al contacto con el otro, vivido como invasor y maléfico, lo que le arrastra a la soledad pasiva y al desinterés por el mundo. Pero también el esquizofrénico puede reaccionar en sentido contrario, cuando a veces se agita y se disocia en una vertiginosa movilidad que no encuentra motivación.»

¿Cómo y dónde se deben de leer tus libros?
Lo importante, para mí, es que lean lo que escribo. El cómo y el dónde depende mucho de los gustos, del hábito lector y el tiempo que cada uno quiera dedicar a la lectura. No creo que el autor pueda ni deba inmiscuirse.
Cubierta de Relojes muertos


¿Tus historias tienen un trasfondo social? O por el contrario ¿Te gusta crear el fondo de la historia?
 Me interesa escribir sobre el sufrimiento humano, por lo que mis historias tienen un trasfondo social inevitable. También me gusta crear el fondo de la historia.

Tus personajes cobran vida. ¿Te llegan a influir, de alguna manera, en tu vida personal?
 Me causó cierto desasosiego escribir algunas escenas de Relojes muertos, sobre todo los últimos capítulos donde el delirio de Gonzalo es cada vez mayor. Creo que es algo inevitable. Además, suelo tomarles cariño.

Y después del último libro, ¿qué proyectos hay?
Estoy escribiendo una novela sobre el alcoholismo. Intento adentrarme en la mente de un alcohólico, hacerme las preguntas desde dentro del personaje, y contestarlas, o intentar hacerlo, dejando puertas abiertas para que el lector libremente las cruce.

¿Qué novela de las que hay escritas te hubiese gustado escribir y por qué?
Hay muchas novelas que me hubiese gustado escribir. Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, El castillo de Frank Kafka, En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, El maestro y Margarita de Mijaíl Bulgákov, Rayuela de Julio Cortázar. La náusea de Jean-Paul Sartre. Y cualquier novela de Albert Camus, L.N. Tolstói, F. Dostoyevski, William Faulkner, Virginia Woolf, Clarice Lispector, Sandor Márai…
Pero si tengo que elegir solo una, sin lugar a dudas sería Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, un tratado de la vida humana, un libro intemporal en el que está todo. Además de las múltiples historias que encierra esta novela, la relación entre caballero y escudero —cómo uno influye en el otro, cómo van forjando su amistad a pesar de sus diferencias y su egoísmo— me parece sublime. Dos personajes, para mí, entrañables.

¿Cómo escritora, cómo ves el panorama literario español?
Lo veo en blanco y negro. Negro, en cuanto a las pocas oportunidades que se dan a los escritores noveles y a la excesiva publicación de libros de escaso valor literario. Blanco, cuando leo a Antonio Muñoz Molina, Ignacio Martínez Pisón o Juan Marsé, porque su escritura me devuelve a la literatura con mayúsculas.
Cubierta de Sombras


Y para terminar esta primera fase: una recomendación a los lectores, que seguro leerán esta entrevista.
Recomiendo Breve historia de siete asesinatos de Marlon James, galardonado con el Man Booker Prize 2015. Una novela magistral sobre los años finales de la década de los setenta, la época más violenta de Jamaica.

En esta segunda parte de la entrevista, me gustaría tocar el plano personal, para que te conozcan un poco más tus lectores.

¿Cuándo y dónde escribes?
Aunque también escribo en otros sitios, me concentro más en casa. Prefiero escribir por la mañana, pero también lo hago por la tarde, siempre que tenga tiempo.

¿Tienes manías a la hora de escribir, como algunos escritores?
No, ninguna, solo necesito tranquilidad. 

¿Existe el folio en blanco?
Sí, el bloqueo existe. Múltiples factores influyen en él. Muchas veces es el miedo lo que nos provoca ese bloqueo; el miedo a no escribir bien, a no ser buenoPero si lo haces sin analizar lo que estás escribiendo a cada momento, puedes sacar ideas, alguna frase buena… Lo demás ya se irá moldeando. El proceso de la escritura es lento y requiere mucha paciencia.

¿Qué le pedirías a una editorial?
Que apostara por mí sin tapujos.

Eres una escritora publicada, ¿entrarías en el mundo de la autopublicación?
No, no creo que lo hiciese porque considero que es el editor quien tiene que apostar por el texto y su autor. Lo veía, y lo sigo viendo, un filtro necesario.

Eres una escritora de novela, fundamentalmente de temática social bastante profunda, o al menos entroncas tus personajes en esa temática. ¿Te has planteado escribir sobre otro género?
Cuando me surge una historia que quiero contar, me gusta hacerlo desde el realismo. Pero no descarto que algún día esto cambie.

Es la pregunta del millón, pero… ¿A tu juicio, que debe tener un libro para que enganche al lector?
Para Virginia Woolf: «Una buena novela es cualquier novela que le hace a uno pensar o sentir. Tiene que meter el cuchillo entre junturas del cuero con el que la mayoría de nosotros estamos recubiertos. Tiene que ponernos quizás incómodos y ciertamente alerta. El sentimiento que nos produce no tiene que ser puramente dramático y por tanto propenso a desaparecer en cuanto sabemos cómo termina la historia. Tiene que ser un sentimiento duradero, sobre asuntos que nos importan de una forma u otra». Yo no podría expresarlo mejor.

¿Cuáles son en tu opinión, los tres libros que no deben faltar en una biblioteca?
 Me lo pones muy difícil, hay tantos libros que considero indispensables que me cuesta mucho elegir solo tres. Pero si tengo que hacerlo, me quedaría con Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, El castillo de Frank Kafka, y Guerra y Paz de L. N. Tolstói. Tres obras maestras.

Te dejo que cierres esta entrevista para que comentes cualquier cosa que no te haya planteado.   
 Agradecerte que me hayas hecho esta entrevista. Ha sido un placer contestar a tus preguntas.

Las gracias a ti, Eva, y espero que sirva para que tus lectores te conozcan un poquito más.


lunes, 12 de diciembre de 2016

HOY ENTREVISTA CON, JOSÉ ANTONIO FIDEU


José Antonio Fideu, el autor
Escritor albaceteño nacido en 1972, maestro de profesión, tuvo claro desde niño que quería ser artista. Hizo sus primeros acercamientos al arte de contar historias a través del cómic, dibujando y escribiendo sus propios guiones, y continuó luego limitándose a escribir.
Ha publicado historias. Dibujado donde le han requerido, y hasta en un periódico de Albacete. También ha escrito guiones y publicado dos novelas: “Núbilus” y “Los últimos años de la magia”
Preparando esta entrevista he visto muchos de sus dibujos y me parecen fantásticos.
En el año 2016 ganó el prestigioso premio Minotauro, con su última novela, “Los últimos años de la magia”.
Entre clases, dibujos y escritura, ha tenido la gentileza de hacernos un hueco para contestar a unas preguntas y con sus respuestas acercase más a sus lectores.



¿Dónde vas a buscar tus historias, donde te inspiras?
Bueno, no lo sé. Cuando estoy en ese periodo de tiempo entre historia e historia mi cabeza es una especie de batidora que no deja de mezclar ideas. Soy muy aficionado a mirar, a observar la vida: me gusta ver a la gente pasar y juego a imaginarme sus biografías, sus vivencias. Además, procuro estar muy atento a las noticias, a todo lo que me cuentan… Y todo eso lo junto con aquellas cosas que me gustan, libros, cine, música, cómics… Y el resultado suele ser siempre un cuento de fantasía pero con raíces que se hunden en los sentimientos y vivencias de las personas. Me encanta el género fantástico en general y es ahí donde suelo encontrar las claves para una nueva historia, sobre todo en lo más clásico. Me gustan mucho, por ejemplo, los cuentos de hadas…


¿Cómo y dónde se deben de leer tus libros?
Espero que puedan leerse en cualquier parte. En realidad, pienso en mis libros como si fueran refugios acogedores donde cualquier soñador puede encontrar asilo. Intento que lo que escribo se convierta en un viaje agradable para el lector, en una aventura capaz de transportarte a un lugar y un tiempo mejores. Espero que mis novelas puedan ofrecer eso, hasta en las peores situaciones. Sería una gran alegría para mí, escuchar de labios de cualquiera que leyera un libro mío, decir que al hacerlo ha podido escapar, aunque fuera por un momento, de una realidad más o menos desagradable. Sin embargo, si un genio me ofreciera la posibilidad de concederme un deseo en este sentido, ofrecería a cada lector un mullido sillón de orejas o un sofá con manta frente a una chimenea, una buena bebida (al gusto), y una agradable música de fondo…


¿Tus historias tienen un trasfondo social? O por el contrario ¿Te gusta crear el fondo de la historia?
Escribo fantasía, algo que en apariencia parece muy alejado de la realidad social. Sin embargo, mis historias están cimentadas en una realidad que es mi propia experiencia, y que da verdadera alma y sentido a mis personajes. Creo, además, que cualquier novela, incluidas aquellas de aventuras como Los últimos años de la magia, deben procurar influir en la realidad, aunque sólo sea provocando sentimientos. Me gusta pensar que he sembrado ideas en el corazón de algunas personas que algún día germinarán dando lugar a un mundo mejor. Así que, aunque en el fondo el escritor de fantasía es un creador de mundos (yo disfruto especialmente recreando la atmósfera de mis historias), esos mundos, incluso los más fantásticos son reflejo de una realidad social, que deben criticar. En el caso particular de esta novela, yo quería zarpar de un escenario reconocible, el Londres victoriano, en el que el lector se sintiera cómodo, para, a partir de ahí, llevármelo de viaje a un universo muy diferente al cotidiano.


Tus personajes cobran vida. ¿Te llegan a influir, de alguna manera, en tu vida personal?
Sin duda hay una fuerte interacción entre ellos y yo. Todos los personajes que un escritor crea, incluidos los villanos, son de alguna manera reflejo de su propia personalidad. Tienen rasgos del autor, comparten pasajes biográficos, y a veces hasta frases… Más de una vez me he sorprendido encontrando en ellos más cosas mías de las que suponía que tendrían. Pero de la misma manera, los personajes que uno crea ponen de manifiesto, en ocasiones, ideas y formas de ser o de actuar que terminan siendo influencia para el propio autor. Uno se vuelve un poco caballero andante cuando escribe sobre caballeros andantes, o un poco mago cuando escribe sobre magos. En el momento que uno narra una escena, llega a implicarse de manera emocional con los protagonistas, de manera que termina por considerarlos casi personas reales. Se acaba entendiendo hasta las razones de los más crueles, y sintiendo clemencia hacia ellos… Y de igual forma se establecen compromisos, de amistad o de fidelidad, que  terminada una obra, te llevan a actuar de una manera u otra. Hasta tal punto es así que, cuando acabé mi primera novela (Núbilus) muchas personas me animaron a escribir una segunda parte. Y no lo hice porque consideraba el hacerlo como una traición al protagonista, el bueno de Joe “Meteoro”… Hay que leer la novela para entender por qué digo esto, pero es la verdad. Hasta ese punto un personaje puede influir en un autor…

Cubierta de Los últimos años de la mágia


¿Y después del último libro, qué proyectos hay?
Otro libro… Ojalá pueda seguir escribiendo durante muchos años. Sólo espero eso de la literatura. Ni hacerme rico, ni famoso. Sólo poder seguir escribiendo y que haya alguien siempre interesado en aquello que digo, hasta el punto de arriesgarse a publicarlo. Y, por supuesto, un público dispuesto a leerlo. Pero además de novelas (tengo un par en mente), me gusta también escribir cuentos y guiones de cómic. Hace poco escribí un cuento para un proyecto en el que colaboran muchos escritores y que tiene como nexo de unión las ilustraciones del gran Alejandro Colucci, y tengo algunas ideas para regresar al cómic… Lo que se concrete de todo esto, dependerá un poco de la suerte.


¿Qué novela de las que hay escritas te hubiese gustado escribir y por qué?
Demasiadas… Todas aquellas con las que he disfrutado en algún  momento, y han sido muchas. Haciendo un barrido así, muy general y a bote pronto, te diría que me hubiese gustado escribir El señor de los anillos (de Tolkien) o La historia interminable (de Ende) dentro de la fantasía, Dune (de Frank Herbert), Farenheit 451 (de Ray Bradbury) o Solaris (de Stanislaw Lem) por nombrar alguna obra de ciencia ficción. Pero también me hubiese gustado escribir La colmena (de Cela), Los santos inocentes (de Delibes), cualquier novela de Alatriste (de Pérez Reverte), El palacio de la luna (de Paul Auster), las novelas de Sherlock Holmes (de Arthur Conan Doyle), Vuelo nocturno (de Antoine de Saint-exupéry), 20.000 leguas de viaje submarino (de Verne), los cuentos de Borges, el Quijote (¿es necesario que diga el autor?), o Los episodios nacionales (de Galdós)… Como ves, muchas obras y muy diferentes. Y a todas ella podría añadir infinidad de cómics… Y me gustaría haberlas escrito por dos razones: la primera porque todas ellas me parecen obras de arte por lo que cuentan y la manera de contarlo, y la segunda porque, como decía, todas me han hecho disfrutar. He sido feliz leyéndolas…


¿Cómo escritor, cómo ves el panorama literario español?
Complicado. Muy complicado… Hoy en día, el 95 por ciento de los escritores (quizás más), no pueden vivir de la literatura, lo cual, además de ser muy triste, supone un gran perjuicio para el lector también. Hay una crisis que va más allá de la falta de consideración y promoción de la cultura, relacionada sobre todo con la piratería, y que está provocando el cierre de librerías y de editoriales, pero que hace también que se pierda mucho talento, una riqueza que debería ser patrimonio del país y que termina desapareciendo. Debido a la situación del mercado, cada vez se edita menos, y las editoriales (que al fin y al cabo son negocios que, lógicamente, miran por su beneficio), procuran ir a ventas más seguras, de autores consagrados o más “mediáticos”. Eso dificulta la aparición de autores jóvenes, y hace que algunas obras de escritores en otras lenguas de gran prestigio (pero quizás no tan comerciales), ni siquiera se editen en nuestro país. Y todo ello provoca un empobrecimiento cultural del que el ciudadano normal muchas veces ni es consciente. Además, se está obligando a muchos autores a autoeditarse, lo cual en ocasiones tampoco es bueno, pues esas obras, que no pasan los filtros de un corrector, por ejemplo, o de un maquetador, o de un portadista profesional, pueden llegar al lector con una calidad inferior a la que tendrían yendo abaladas por una editorial. Sin embargo, en este panorama tan oscuro, sigue habiendo luz, gente que, a pesar de todo, sigue luchando contracorriente por la literatura, gente que escribe casi por “amor al arte”, gente que de manera prácticamente altruista se dedica a organizar eventos literarios, y libreros y editores que siguen apostando por la lucha…


¿Y la situación literaria de Albacete?
Pues en Albacete hay grandes escritores, gente que vale mucho aunque no sea tan conocida. Podríamos sorprendernos si hiciéramos una búsqueda atenta. Algunos autores de toda la vida como Manuel Terrín, uno de los poetas más premiados de la historia de la literatura, o el recientemente fallecido Ramón Bello Bañón, y grandes hombres de letras como Daniel Sánchez Ortega, capaz de afrontar con maestría todos los géneros literarios (miembro de la Real Academia de la historia), conviven con voces nuevas como la de los poetas Rubén Martín Díaz, o el recientemente premiado Constantino Molina, y novelistas como Alberto Aroca. Y que me perdonen los muchos a los que olvido. Así que, en Albacete, y a pesar de todo, de la escasa promoción que se hace de los autores locales, hay vida literaria… Sin embargo, me gustaría que desde las instituciones se promocionara más la cultura y a estos autores albaceteños, que deberían ser orgullo local y que apenas son apoyados. La mayoría de ellos, ni siquiera son muy conocidos entre nosotros.


Y para terminar esta primera fase: una recomendación a los lectores, que seguro leerán esta entrevista.
Si te refieres a una recomendación literaria, me iría a un clásico: una novela maravillosa que no dejo de admirar y que todo amante de los libros debería conocer. Se trata de Farenheit 451 de Ray Bradbury. Y si nos quedamos en lo que he leído recientemente, algo de un autor español, aunque de un género muy distinto a mi libro, recomendaría Donde aúllan las colinas, de Francisco Narla. Es un libro corto, pero una auténtica maravilla.
Si te refieres a una recomendación a secas, y teniendo claro que no soy quien para recomendar casi nada, sí que me atrevería a pedirles que se acercaran a la literatura de autores menos conocidos con la mente abierta. Que buscaran y probaran otras voces y que intentaran valorarlas por lo que contienen.


En esta segunda parte de la entrevista, me gustaría tocar el plano personal, para que te conozcan un poco más tus lectores.


¿Cuándo y dónde escribes?
Cuando estoy en casa, escribo siempre en mi biblioteca. Paso casi todas las tardes allí, ya que al ser docente, tengo libres la mayoría. Dedico unas tres o cuatro horas diarias a la literatura, ya sea escribiendo, documentándome, atendiendo medios o leyendo… Si no estoy en casa, procuro buscarme un sitio acogedor, tranquilo y a ser posible con buenas vistas. Me parece una maravilla, por ejemplo, poder escribir junto al mar, pero ya digo que mi rutina se centra en mi biblioteca. Es mi refugio.


¿Tienes manías a la hora de escribir, como algunos escritores?
Pocas. Lo único que es imprescindible para mí, mientras escribo, es la música. Elijo casi siempre música instrumental, sobre todo Vangelis que me transmite mucha paz, y bandas sonoras de todo tipo. Por lo demás, intento que no haya mucho ruido, aunque siempre me gusta escuchar a mis hijos a mi alrededor.

Cubierta de Núbilus


¿Existe el folio en blanco?
Sí, claro… Y es un mal socio. A veces hay que luchar mucho contra él, porque se resiste a dejarse manchar con tus ideas, pero en general he de decir que no suele ser muy duro conmigo. Me cuesta poco ponerme a escribir, y una vez caliento, entro en una especie de trance en el que las palabras parecen fluir solas…


¿Qué le pedirías a una editorial?
Le pediría confianza en mis palabras, lo que he pedido hasta ahora, y respeto. Muchas veces he recibido rechazos editoriales en los que se alababa lo que les mandaba pero en los que se traslucía una falta de confianza en mí por el único hecho de ser un escritor desconocido (ya no puedo decir joven). Es una pena que en ocasiones no se apueste más por la literatura y se apueste, en cambio, por los nombres, pero como decía antes, entiendo que las editoriales son negocios y respeto que no se atrevan arriesgar. En ese sentido he tenido mucha suerte con el Premio Minotauro y con la editorial, porque, además de jugársela con mi novela (siendo, como digo, autor todavía sin nombre y desde luego sin apellido), me han tratado de forma exquisita. Han creído en Los últimos años de la magia, en mi historia, y han trabajado por ella demostrando fe y confianza. Han hecho un gran trabajo desde el primero hasta el último (no hay que ver más que la edición), y exceptuando alguno menor, no me han pedido cambios en el texto. Ojalá todos los escritores fueran igual tratados.


¿Prefieres ser publicado o autopublicado?
Creo que ya lo he señalado más arriba. Sin duda prefiero ser publicado. Aunque me he planteado hacerlo alguna vez, no me autopublicado nunca, y siendo una opción que respeto y que está ahí, por ahora prefiero que haya profesionales que se ocupen de hacer esos trabajos para los que yo no estoy capacitado. Yo soy escritor, y me gusta que tras el libro haya un portadista profesional (o un equipo de arte), unos correctores, maquetadores, un equipo dedicado a la promoción… En fin, gente trabajando al unísono para cubrir mis carencias. Además, cuando hay una editorial como Minotauro detrás de una novela, tienes la garantía de que muchos lectores se acercarán a ella por el simple hecho de ser presentada por gente que viene sacando libros de calidad desde hace tiempo. También sabes que la distribución será mucho mejor y que llegará a más gente. Del tema económico no puedo hablar. No sé si será más rentable autoeditarse o ceder tu novela a una editorial, pero como para mí nunca ha sido primordial, prefiero que me editen. Además, al estar en una editorial, estás sometido a un proceso de crítica constante que es muy positivo para el escritor y su obra. La autocomplacencia no es buena.


Eres un escritor de novela fantástica ¿Te has planteado escribir de otra forma?
Aunque escribiera otros géneros (imagino que te refieres a eso), no creo que escribiera de otra forma. Mi manera de contar es la que es, y dudo que cambiara demasiado. Trato de mejorar con cada capítulo, casi con cada frase, pero hay una voz en cada escritor que es difícil de falsear. Y si a lo que te refieres es si escribiría otros géneros, la respuesta es sí. Yo lo que quiero es contar historias, del tipo que sean. He escrito fantasía porque me encanta y me siento cómodo en ella, pero tengo en mente varias historias y alguna de ellas es de corte totalmente realista… Espero que algún día llegue su momento y estas historias salgan a la luz, aunque por ahora, el mundo editorial requiere de mí más fantasía y yo procuraré dársela gustoso.


¿A tu juicio, que debe tener un libro para que enganche al lector?
Debe estar contado con el alma. Me gusta pensar que cuando escribo siento a mis lectores frente a mí, y que, tras charlar un poco, en confianza, empiezo a contarles un cuento... Trato de que el lector establezca un lazo afectivo, de confianza y afecto conmigo. Y luego, intento que toda novela que escribo apele a los sentimientos. Una buena trama es importante. Creo que cada capítulo debe dejar al lector con ganas de saber. Creo que los personajes deben hundir sus raíces en la realidad, y creo que es bueno contar historias que sorprendan en algún momento, pero por encima de todo, un libro debe tratar temas que rocen el alma del lector: la muerte y la vida, el amor en todas sus versiones…Y debe hacerlo  provocando sentimientos. Sólo así el lector quedará atrapado en tu trampa de palabras.


¿Cuáles son en tu opinión, los tres libros que no deben faltar en una biblioteca?
El Quijote, El señor de los anillos y Farenheit 451… Ah, y Los últimos años de la magia. ¿Eran tres o cuatro?




Pues hasta aquí la entrevista que hemos mantenido con la escritor y polifacético José Antonio Fideu. Muchas gracias por habernos dedicado estos minutos y esperamos que sirvan para tus lectores te conozcan mejor. Muchos éxitos con tus novelas, dibujos, comics, guiones…


domingo, 11 de diciembre de 2016

EN NAVIDAD REGALA UN LIBRO


¿Por qué no? ¿Te parece que es poco regalo, no es apropiado? ¿Otro objeto es mejor? Quizás un perfume francés es un regalo muy navideño, pero... ¿Sabías que por el importe de un buen perfume puedes comprar varios libros excelentes?

El perfume vuela, queda suspendido en el ambiente durante unos minutos, quizás horas. Un libro es para siempre. Lo pueden leer mujeres, hombres, niños... a cualquier hora del día o de la noche, siempre estará disponible para tí y te dejará un poso, te habrá llevado la imaginación lejos, a otras ciudades de países exóticos... todo cabe en un libro. Seguro que te habrá entretenido e incluso divertido. 

Hay muchas más razones para regalar un libro, pero no solo en Navidad, cualquier época del año es buena. Por ejemplo, engancharás a tu hijo a la lectura, que es un buen hábito.

Y si tienes dudas, pues consulta a tu librero de cabecera, estará encantado de aconsejarte.

lunes, 5 de diciembre de 2016

HOY ENTREVISTA CON, ISABEL MARTINEZ BARQUERO


 
Isabel Martínez Barquero, al escritora

Escritora murciana, licenciada en Derecho, ha ejercido la abogacía en diferentes campos y ha recorrido media España, para afincarse definitivamente en su Murcia.
Considera un vicio la escritura y se agarra a él todos los días. Ha ganado varios premios literarios, como una Hucha de Plata en 1989, segundo premio en el concurso de relatos cortos “Imagen de mujer” en 2015 y también en 2015 ganó el primer premio de “Microrrelatos de la Microbiblioteca” en el mes de marzo.
La lista de sus publicaciones llenaría por si sola todo el espacio dedicado a la entrevista. Destacamos los libros publicados en solitario: “La historia de los mil nombres” en 2012. “Luna de ausencia” libro de poesía, también en 2012. “Linaje oscuro”, libro de relatos, también en 2012. “Aroma de vainilla” en marzo de 2013 y su edición impresa en 2016. “El nervio de la piedra” libro de poesía en 2014. “El cauce de los días” libro de relatos y su edición impresa en 2015. “Diario de una fuga” agosto de 2015.
Quedarían por enumerar multitud de publicaciones colectivas o antologías e innumerables  publicaciones y colaboraciones en los diferentes medios de comunicación.
Mantiene un blog llamado “El cobijo de una desalmada”, una sugerente cabecera.

En estos momentos está inmersa en la presentación en diferentes ámbitos de su libro “Aroma de vainilla” que está teniendo una muy buena acogida en las presentaciones.
A pesar de ello no ha dudado y ha tenido la gentileza de mantener esta entrevista para acercarse un poquito más a sus muchos lectores y seguidores.

¿Dónde vas a buscar tus historias, donde te inspiras?
No las busco en un lugar concreto, me vienen solas a la mente, incluso sorprendiéndome a mí misma. Supongo que el día a día deja su secuela, un poso de vivencias, pensamientos, sensaciones, emociones, anécdotas contempladas o escuchadas, historias que me conmueven… Y de toda esa amalgama interna combinada con el modo propio de mirar surge una historia que se hace fuerte y reclama ser escrita.

Cubierta de Aroma de vainilla

¿Cómo y dónde se deben de leer tus libros?
No soy quien para imponer a alguien cómo y dónde debe leer un libro de mi autoría. El lector es soberano en este aspecto, puede hacerlo como y donde le plazca y de la manera que quiera. Hecha esta afirmación inicial de absoluto respeto al lector, y como un particular desiderátum, me encantaría que se enfrentara a la lectura de mis libros con el mismo rigor con el que yo me enfrento a la lectura de cualquier libro: con ganas, con los cinco sentidos, sin prisas, degustando el contenido y apreciando la forma.

¿Tus historias tienen un trasfondo social? O por el contrario ¿Te gusta crear el fondo de la historia?
Siempre se puede percibir un trasfondo social en toda historia, incluso en aquellas que parecen no tenerlo, como las fantásticas. Todas las historias son hijas de una época determinada y la transmiten con mayor o menor fuerza. En ese sentido, creo que mis historias reflejan parte de la realidad en la que se incardinan, aun cuando sean de corte muy intimista. Existen patrones de conducta en cada tiempo histórico, determinados por las circunstancias políticas, sociales y religiosas.
En cuanto a la pregunta de si me gusta crear el fondo de la historia, mi respuesta es sí, aunque lo hago siempre de forma suave, en segundo plano, sin que quite protagonismo a los personajes, que son los verdaderos ejes de una historia a mi entender.

Tus personajes cobran vida. ¿Te llegan a influir, de alguna manera, en tu vida personal?
Por supuesto que sí, sobre todo cuando ya han adquirido una consistencia propia. Sueño con ellos, los imagino en miles de situaciones, me acompañan de continuo y puedo afirmar que son para mí tan reales como cualquiera de las personas a las que conozco.

¿Y después del último libro, qué proyectos hay?
Siempre ando enredada en varios proyectos a la vez. En este momento, ocurre igual y llevo unos más avanzados que otros. No diré más para que no se malogren (tengo una cierta superstición que me impide airear lo que escribo hasta que lo doy por terminado).

Cubierta de Linaje Oscuro

¿Qué novela de las que hay escritas te hubiese gustado escribir y por qué?
Me fascina Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Es la novela que más veces he leído y, en cada nueva lectura, aprecio nuevos matices. El mundo creado por el escritor colombiano en esas páginas está lleno de magia, de ternura, de vida, de asombro, de emoción.

¿Cómo escritora, cómo ves el panorama literario español?
Como siempre ha ocurrido, los grandes nombres ya consagrados tienen facilidad para publicar, mientras que la mayoría de escritores, por muy buenos que sean, han de iniciar una travesía penosa, en ocasiones de años, para conseguir ver editado un libro. En las grandes editoriales prima mucho el aspecto comercial, en ocasiones con descuido de la calidad literaria. Por otra parte, plataformas como Amazon y otras permiten que cualquiera se autopublique, lo que es muy loable, aunque no lo sea tanto el resultado, pues existen demasiados libros autoeditados que no dan la talla, repletos de tópicos, de faltas de sintaxis e incluso de ortografía, que no aportan nada, que son previsibles de principio a fin, lo cual nos perjudica a todos. Y, por último, hay que recalcar lo que todo el mundo sabe: en España se lee muy poco, demasiado poco, lo que es una lástima, ya que la lectura no solo nos hace más cultos, sino también más libres. Una mente lectora es una mente difícil de manejar, tiene criterio propio y está al margen de las trampas del poder o de la publicidad.

Desde tu ya dilatada experiencia en el mundo editorial, ¿notas el apoyo de las instituciones a la cultura en general y a la literatura en particular?
En mi caso concreto, así como en la gran mayoría de los que conozco de primera mano, no existe ningún apoyo. Todo se consigue con el esfuerzo personal, con el tesón que pelea frente a la desmotivación. Las pequeñas editoriales independientes que apuestan por autores nuevos con calidad literaria no reciben subvención alguna. En materia educativa, la asignatura de literatura va camino de que se la carguen definitivamente, como ha ocurrido con la música o con la filosofía (deben pensar nuestros gobernantes que para qué se requieren estas ramas del saber si no sirven para crear personas conformistas). Si un escritor ha trabajado durante toda su vida en cualquier actividad ajena a las letras para poder mantenerse, con el consiguiente sacrificio de tiempo que podría haber destinado a la creación literaria, llegada la jubilación se lo penaliza si excede unos determinados ingresos en concepto de derechos de autor, incluso con la amenaza de la pérdida de la pensión. Por tanto, no, nuestras instituciones y poderes públicos no son nada sensibles con el mundo de la cultura.

Y para terminar esta primera fase: una recomendación a los lectores, que seguro leerán esta entrevista.
Les recomendaría que no cesen de leer. La lectura incesante los hará más felices, vivirán otras vidas en la suya, pensarán con mayor claridad y serán seres con criterio propio. Cuanto más lee, más poderosa es una mente, más riqueza de vocabulario adquiere con la consiguiente ampliación conceptual, más circuitos neuronales forma. La literatura nos ayuda a pensar, a entendernos a nosotros mismos y, en consecuencia, a vivir mejor.

En esta segunda parte de la entrevista, me gustaría tocar el plano personal, para que te conozcan un poco más tus lectores.

¿Cuándo y dónde escribes?
Escribo cuando puedo y en cualquier sitio, aunque mi lugar preferido es en el despacho de mi casa. Intento escribir todos los días, al menos un rato, aunque las circunstancias no siempre me lo permiten.

¿Tienes manías a la hora de escribir, como algunos escritores?
No tengo especiales manías o supersticiones a la hora de escribir, excepto que me gusta hacerlo con ropa cómoda y holgada y que me aíslo de internet, el gran ladrón del tiempo del escritor de nuestros días. También destaco la indicada manía que me impide hablar de lo que escribo hasta que lo doy por terminado.

¿Existe el folio en blanco?
Claro que existe, pero me dura poco tiempo. La escritura es cuestión de hábito y enseguida se dispara disipando la blancura sin letras. Si en alguna historia me quedo paralizada, es que requiere mayor reflexión y no es el momento de concluirla, así que paso a otra y conjuro la temida parálisis.

Cubierta de El nervio de piedra

¿Qué le pedirías a una editorial que no te haya dado ya?
Puesta a soñar, le pediría que apostara por mí sin reservas, que la sintiera cercana, que me mimara, que promocionara mis libros sin descanso, que me diera la certidumbre de que mis obras futuras me las va a publicar. Por pedir…

Eres una escritora publicada, y también autopublicada. ¿En qué situación te sientes más cómoda ?
Me siento cómoda en ambas. Tanto en una situación como en otra, no hay que descuidarse, conviene ser rigurosa en la fase de la escritura y perseverante en la de la promoción.

Eres una escritora de novela, fundamentalmente de temática social, o al menos entroncas tus personajes en esa temática.  ¿Te has planteado escribir sobre otro género?
Creo que las novelas que hoy día tengo publicadas son de corte intimista, lo que no excluye un trasfondo social en el sentido que antes he comentado. Y estoy abierta a todos los géneros, no me pongo más censura que la que mi gusto me imponga en un momento dado. También escribo relatos y poesía.

Es la pregunta del millón, pero… ¿A tu juicio, que debe tener un libro para que enganche al lector?
A mí me enganchan los libros bien escritos, lo que implica no solo una trama interesante y que conmueva, que sacuda por dentro, sino también la pulcritud del lenguaje, la única herramienta del escritor a la hora de escribir. Lo mismo que un carpintero ha de tener utensilios propios de su oficio y ha de saber manejarlos para conseguir muebles sólidos, bonitos y duraderos, un escritor no puede descuidar el lenguaje, la vía a través de la cual se comunica con los lectores, el único instrumento que le permitirá manifestar sus ideas en el sentido que quiere y, a ser posible, con la máxima belleza. No entiendo a los escritores que descuidan el lenguaje (he conocido a unos cuantos), que no tienen voluntad de estilo.

¿Cuáles son en tu opinión, los tres libros que no deben faltar en una biblioteca?
Por elegir los tres grandes géneros que a mí más me gustan, señalaré uno por cada uno de ellos: Cien años de soledad en novela, la poesía de San Juan de la Cruz en poesía y los cuentos de Jhon Cheever en relatos.

Te dejo que cierres esta entrevista para que comentes cualquier cosa que no te haya planteado.
La cerraré agradeciéndote esta entrevista, Miguel. Ha sido para mí un placer responder a tus preguntas y espero que las respuestas sean de tu agrado, así como del de tus lectores. ¡Muchas gracias!