> Miguel Garví, escritor: CHINCHILLA Y SU PENAL, el libro

martes, 6 de febrero de 2018

CHINCHILLA Y SU PENAL, el libro

El edificio dentro de las murallas y rodeadas del espectacular foso
Una vez que el Penal vio la luz, administrativamente hablando, llegó el momento de ponerse manos a la obra, y siguiendo las directrices que obligaba el contrato de construcción, que era detalladísimo, culminó la construcción como puede verse en la fotografía aérea de Luis Escobar. Para los no residentes por estas tierras, e incluso, para paisanos, cuesta imaginar la forma que tenía este edificio dentro de unas murallas de un castillo medieval.
La foto muestra el edificio dentro de las murallas y rodeadas del espectacular foso, con las garitas de los soldados que daban la vigilancia.

"El edificio propiamente dicho del Penal se construyó con las características que detalladamente exigió el Gobierno por medio de la Dirección General de Penales. Se edificó intramuros y utilizando parte de las murallas, sobre todo en su lateral izquierdo, donde, además, de la forma semicircular que dibujaba por el contorno de las murallas, se instaló un anexo en forma rectangular.
Se accedía al recinto carcelario por la puerta principal, que salvaba el espectacular foso con un puente levadizo, que se sustituyó más tarde por uno de obra. Al traspasar la puerta, flanqueada por dos torres cilíndricas, con escudos nobiliarios adosados a ellas, que se corresponderían con las armas del Marques de Villena, don Juan Pacheco, quien había mandado construir el castillo. Sobre las puertas de acceso se colocó un arco de medio punto adovelado con una reja, hoy desaparecido.Tras las puertas se construyó un edificio poligonal de tres alturas que comunicaba directamente con el recinto carcelario más propiamente dicho. Era la llamada casa administración y en ella estaban las oficinas del presidio, el cuerpo de guardia y demás estancias. Pudo estar allí, también, aunque no hay constancia, la vivienda del director del penal.
Un pasillo separaba este edificio de las dependencias donde estaban los presos, también con tres alturas. La planta baja disponía a su izquierda de una galería de celdas, unas 21 aproximadamente, donde se supone eran recluidos los más peligrosos, o los que tenían que soportar mayor castigo por sus faltas cometidas dentro del penal. Antes había un distribuidor con una puerta a su izquierda, que era la oficina del oficial de servicio. A la derecha existía otra por donde accedían las visitas a los locutorios y un poco más allá se encontraba el economato. En la parte frontal de este hall se hallaba una puerta, que ya sí daba acceso al recinto carcelario. Esta puerta debería ser sin duda el llamado rastrillo en el argot carcelario."




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